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EL HILO ROJO

Dicen que hay un hilo rojo invisible que nos une silenciosamente a nuestra alma gemela. 

Un vínculo irrompible que nos ata irremediablemente a esa persona de manera inequívoca. 

Si bien no soy supersticioso ni creo que el destino en sí esté escrito a fuego en ninguna piedra, sí creo que por ahí hay alguien para cada uno de nosotros. 

Alguien con quien realmente encajamos y nos movemos al mismo son, como un engranaje bien engrasado. El amor no entiende de formas ni lugares, no le interesa el tiempo ni las circunstancias. 

Nos pasamos la vida buscando alguien afín a nosotros, alguien que nos quiera incondicionalmente sin hacer preguntas, porque no las necesita. 

Pasa el tiempo y sigo esperando a que nuestros hilos se enreden, que aparezca esa persona capaz de entender a mi delicado corazón, alguien con quien pueda despegar hasta las estrellas en lugar de sentir que me atan las alas con cuerdas. 

Ya no tengo prisa alguna, si algo me han enseñado mis experiencias anteriores es a tomarme todo esto con mucha más filosofía, a disfrutar la vida y a intentar no tomar decisiones estúpidas solo por pura necesidad afectiva. 

Tómate tu tiempo, yo te espero pacientemente aquí mirando mi extremo del hilo rojo y lleno de esperanza de que tarde o temprano ese hilo rojo acabará tensándose y será tu mano quien lo siga hasta encontrarse con la mía. 

Hasta entonces, sé feliz mi amor, disfruta de la vida y prepárate, cuando nos encontremos va a ser de película, palabra. 

Aquí te dejo algunas cosillas para ver si encaja con vosotr@s 

Un saludo 

Carlos Sánchez, El chico del tren 

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1 comentario en «EL HILO ROJO»

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