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¿Eres vitamina para el mundo?

Persona vitamina: Recarga pilas. Dícese de esa persona que está ahí (de verdad) cuando la necesitas, sin hacer preguntas.

Escucha, comprende, apoya y te impulsa alto, muy alto.

Te suma, te acompaña, te escucha.

Tiene un gran poder curativo y sabe como nadie sacar lo mejor de ti. Piensa que la vida es un regalo y contagia allá donde va a ser alegría de vivir.

Pero no todas nacieron así. Conozco muchísimas personas que después de pasar por estadios infelices un día decidieron transformarse.

Dice el dicho que cada familia es un mundo. Y cada persona lo es también.

Normalmente, no siempre, los conflictos personales nacen cuando habitualmente en la familia no se respeta la singularidad de cada miembro y se convive en desamor. Nos vamos formando con los otros y el contexto que nuestros referentes adultos nos brindan.

Si el ambiente no es favorecedor generará consecuencias negativas: baja autoestima, sentimientos de soledad/inutilidad/culpa, etc.

En ese caso en un punto es importante cuestionarse y no sobre valorar lazos de sangre.

Si hemos naturalizado los malos tratos, las críticas, el hablar por detrás, el mal humor constante, los comentarios de desaprobación, decidir que ya es hora de «automaternarnos» es una muy buena opción.

Sanando esas heridas con amor y ayuda profesional, sin victimizarnos vamos a convertirnos en protagonistas de nuestra sanación.

Vincularnos adultamente desde otras formas es una decisión que siempre se está a tiempo de tomar.

Surge de un profundo darse cuenta y no da lugar a más traiciones al anhelo de felicidad que todos tenemos.

Construir una mirada apreciativa y convertirse en persona vitamina para sí y para otros es posible y deseable a cualquier edad.

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¿Cómo hacerlo? Caminos infinitos…Algunos

  • Alejarse de relaciones vinculares que no nutran el espíritu que anhelo hoy.
  • Cultivar pensamientos, emociones, acciones impregnadas con bonhomía en la firme determinación de mejorar la versión personal.
  • Dejarme ayudar por amigos vitamina, buscar ayuda profesional
  • Mens sana in corpore sano. El cuerpo en movimiento es un buen aliado para estos cambios no sencillos.

Buscar conscientemente ser persona vitamina significa tener el propósito de alcanzar un sano amor propio. Esto se transmite a los demás en forma de respeto, calidez, cuidado.

Poner el corazón en cada cosa que hacemos por pequeña que sea. Que tenga tu impronta amorosa cada mínimo esfuerzo. Estar dispuesto a dar el cien sin esperar regreso. Te garantizo vuelve multiplicado!

En el camino vas ganando energía, bienestar, optimismo. Se abandonan juicios de todo tipo.

Hay una presencia notoria para sí mismo y el mundo. Respeto, atención, armonía y cariño.

Y allí se hace real el dicho ese que nada cambió más cambié yo y todo es diferente.

Te recomiendo enfáticamente los libros de Marian Rojas Estapé, quien ha dado identidad a esta expresión «persona vitamina».

No es posible operar sobre nuestro pasado para cambiar lo vivido. Eres absolutamente responsable de procurarte felicidad a partir de este instante. Y esa es tu madura decisión personal.

¡A brillar imparables, cuanto antes mejor, que el mundo nos necesita y ya vamos con demora. Hoy es un buen día para ser y hacer feliz al mundo!

 Te sumas? Algo muy dentro me dice que sí. Brindo por tu coraje

Viviana Villanueva

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1 comentario en «¿Eres vitamina para el mundo?»

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