Hotel GHT Oasis Tossa & Spa****
Reservar un hotel, ufff, esa complicación que se me crea en la mente…
¿Cómo lo quiero y para qué?
¿Para dormir un rato porque es de paso?
¿Para descansar tras unos días de buceo?
¿Para estar toda una semana de vacaciones?
Siempre que he de reservar un hotel, básicamente son estas las primeras preguntas que me hago y dependiendo de la respuesta, pues entonces ya me fijo más en las estrellas y facilidades que tenga el sitio en el que me voy a alojar.
Alguna que otra vez subo a Tossa de Mar a hacer alguna inmersión o especialidad de buceo al centro Super Dive Tossa y si es un día, hago lo que llamamos un «sube y baja» pero si tengo que quedarme más de un día, la cosa cambia.
Así que, para esto, o hay nada mejor que alojarse en el Hotel GHT Oassis Tossa & Spa, ya que está a 500 metros del centro de buceo y no tengo que desplazarme en coche ni por las calles de Tossa con el equipo de buceo.
La verdad es que este hotelito no está nada mal tampoco para pasar un fin de semana así que os voy a hablar un poquito sobre él.
El hotel en sí
No está situado en el centro por lo que es algo agradable el no estar en pleno meollo, porque en Tossa suele haber mucha gente.
No tiene la playa muy lejos (a unos 10 minutos caminando a pie) ni la muralla y además, en la puerta para el trenecito que lleva al centro así que es un plus porque lo podéis aprovechar para la playa también.
* Cuando vais hacia la playa es cuesta abajo, pero al volver, es cuenta arriba, tenedlo en cuenta al ir cargados.
La parte del hall es muy bonita y el personal de recepción amabilísimo.
Cuenta con una amplia piscina y zona de tumbonas y servicio de bar en esta parte.
A parte de restauración al mediodía.
También, cerca de la piscina, hay una zona ajardinada con un pequeño parque para los peques. Hay servicio de toallas, bajo depósito de 10 € que se devuelve una vez retornas la toalla.
También hay un bar interior en el que por la noche hacen espectáculos de todo tipo.
Yo tuve la suerte de tener la habitación en la planta baja y mi terracita estaba justo enfocada a la zona de este bar, que es acristalado por lo que, desde ella, y con mi copa de cava, cortesía de la casa, pude disfrutar de los espectáculos en pijama y no veáis, qué gozada porque se estaba maravillosamente bien.
En cuanto a la animación, por lo que vi en los carteles, también hay animación diurna y club para los más pequeños.
El hotel cuenta con wifi gratuito para los huéspedes y de las mejores cosas, tienen un fantástico spa que va de maravilla cuando te pasas el día visitando o en mi caso, haciendo inmersiones.
El hotel es accesible para personas en silla de ruedas y tanto por la mañana como por la noche, el servicio de desayuno y comida es de tipo buffet.
* La zona en la que está, se ha convertido en zona verde (de pago, 2 horas 7 euros) por lo que si váis, os recomiendo aparcar en la zona de carga y descarga, hacer el checkin y luego iros por los alrededores (zona de arriba) porque en esas calles no se paga.
El hotel tiene un parking a unas calles de este, previo pago.
Las habitaciones
Sé que hay varios tipos, pero yo sólo os puedo hablar de la habitación en la que me alojé: era una doble, en la planta baja, con balconcito que daba a la piscina.
La cama era una king size con mesitas con luces personales (algo que me encanta, pues las puedes mover para iluminarte tú y no molestar a la otra persona), muy cómoda, la verdad, y también había un gran armario con caja fuerte, un mueble para las maletas y los zapatos, un escritorio, nevera, un sillón muy cómodo que se hacía cama, teléfono, tv por satélite, gran espejo y teléfono.
El aire acondicionado era regulable, algo que se agradece mucho porque cuando son centrales, va al gusto del que lo » toquetea» y es un suplicio.
Quizá lo que menos me gustó fue el baño que aunque tenía de todo ( ducha, wc, bidé, gran espejo y espejo de aumento, lavabo y secador de pelo ), menos la ducha, el resto era antiguo y mal distribuido.
La limpieza de la habitación, impecable.
El Spa
De lo mejorcito del hotel, no os voy a mentir.
Este spa tiene de todo, desde cabinas privadas en las que te puedes someter a una gran variedad de tratamientos personalizados (ya sabéis que suelo siempre usar este servicio, pero cuando me voy muchos días de vacaciones, esta vez, las horas del día no me dieron para poder probarlos) hasta toda una zona de diferentes piscinas, duchas etc.
Hay una gran piscina climatizada, con dos grandes chorros de agua para la espalda. Es una maravilla y tiene algo muy curioso y es que, al estar en las plantas del subsuelo, desde la piscina se puede ver, por unos ventanales, en interior de la piscina exterior, y es curioso ver las piernas de la gente bañándose.
Piscina con diferentes duchas: nebulizadas, con arcadas, bitérmicas, con cubo…
– Jacuzzi
– Sauna
– Baño de vapor con cielo estrellado desde donde cae una ligera » lluvia «
– Tumbonas térmicas, que dan calorcito y que puedes regular. Ideal por ejemplo si te duele la espalda.
Y además, dentro del spa, también hay una zona de gimnasio para los que quieren seguir haciendo ejercicio físico en fin de semana o vacaciones.
La gastronomía del hotel
Quizá es aquí donde se queda corto, al menos a mi gusto.
Estuve alojada en MP y la verdad es que vi muy poca variedad tanto a la hora del desayuno como de las cenas.
Por las mañanas, una zona de panes y mermeladas, zona de pastas y fruta y otra zona de leches y chocolate deshecho (riquísimo) y una zona de showcooking en la que podías pedir bacon, salchichas, huevos revueltos, tortitas y churros (los domingos).
Los zumos y cafés de máquina autoservicio.
Por las noches, zona de panes, ensaladas y encurtidos, embutidos y zona de postres. La variedad de comida en la zona de primeros y segundos platos muy pobre ya que es una zona pequeña y en los dos lados había lo mismo, un poco de carne, un poco de pescado y mucha fritanga el viernes, a parte de la zona de showcooking donde te hacían hamburguesas al gusto y las dos fuentes de chocolate.
La noche del sábado, en vez de primeros y segundos, había buffet de pescados y marisco crudo que te hacían al momento, cosa que me pareció mejor que el viernes.
Si quieres agua, puedes pedir o bien botella o bien ir al surtidor que tienen y cogértela de allí, por lo que si como yo, bebes agua – en este caso porque si voy a hacer inmersiones es mejor no tomar alcohol – no tuve que pagar nada de consumiciones (las bebidas no entran en el precio de la MP). Por lo demás, muy satisfecha con el hotel y una estancia muy agradable. Mucha facilidad por parte del hotel para poder dejar mi equipaje en consigna y me encantó el que siempre tienen una sonrisa.
Ideal si te quieres escapar un finde en pareja o con la familia a Tossa de Mar.