LA MESA DE CELIA Xiringuito FINA Beach Club Cambrils (Tarragona)
¡HOLA BRILLANTES!!!
Que sería un verano sin los xiringuitos en la playa, sería como un verano sin sol… Los xiringuitos en la playa son el complemento perfecto para un verano TOP, ¡no conozco a nadie que no hable de algún xiri en verano, son necesarios, larga vida a los xiriguitos!!
Y al igual que los xiris en verano, algo muy típico en verano es ver a amigos que no ves a lo largo del año o los ves poco y eso es lo que hicimos hace pocas semanas, quedar con unos amigos e irnos a pasar el día a la playa y comer en un xiringuito.
El escogido fue FINA BEACH CLUB en Cambrils, situado en una de las zonas más bonitas y tranquilas de Cambrils.
El concepto Xiringuito y Beach Club se ha puesto muy de moda por todo el mediterráneo, es un Xiringuito más chic, con una decoración más cuidada y con una carta más selectiva y de calidad, además suelen ofrecer hamacas, sombrillas y en algunas camas Balinesas, todo esto delante del mismo y con una carta de cocteles y bebidas muy amplia. También suelen tener música en directo, ya sea al mediodía, tarde o noche para hacer la estancia más amena y divertida.
Nuestra experiencia gastronómica en el FINA Beach Club fue a grandes rasgos buena, pero no nos fuimos muy contentos por un par de cositas que ahora les relato.
Íbamos con muchas ganas porque aparentemente pintaba todo genial. Teníamos nuestra reserva hecha y nos recibieron con una sonrisa, la mesa que nos adjudicaron no fue la escogida por mí, pero no le dimos más importancia, enseguida vinieron a tomar nota de las bebidas, nos pedimos un tinto de verano y ahí vino la primera decepción, no sabía a vino, había tanto hielo que lo aguo enseguida, pero tampoco lo consideremos importante, nos refrescaba y eso sí era importante. Empezamos pidiendo unos entrantes a modo compartir, pedimos unas Vieiras que estaban muy ricas y bien hechas, unas patatas bravas, las patatas naturales, pero muy blandas, la salsa rica, pero sin más, chipirones con pimientos de Padrón muy buenos, acompañados de un All i Oli casero y muy conseguido.
Después de esto llego la paella de marisco, y con ella la gran decepción. La paella llegó algo tarde, pero entendíamos que un domingo de agosto y con el local lleno era algo razonable la espera, porque en agosto la atención al cliente y la calidad es un bien escaso.
La paella era muy pequeña para cuatro personas, las raciones salían escasas, si no fuera porque habíamos picado algo nos hubiésemos quedado con hambre; en algunos lugares este tamaño lo ponen para dos personas.
Tenía un sabor fuerte y no era el sabor de fumet (caldo) de pescado, era algún tipo de ingrediente extraño que no se suele usar en paellas, cuando has comido miles de paellas sabes distinguir sabores que no tocan, no voy a decir que estaba incomible, pero no puedo decir que estaba buena, no siempre es todo como lo esperas y he querido decir la verdad porque quiero ser honesta en lo que escribo.
De postre pedimos dos raciones de tarta de queso, un aprobado muy justo… Aunque seguro que muchos la encontraran riquísimas, como se suele decir ¨para gusto están los colores¨
Después de comer nos dirigimos a las hamacas que habíamos reservado a hacer la siesta y relajarnos. Pedimos unas Piñas Coladas y tengo que decir que estaban espectacularmente ricas, todo no fue malo, además el lugar y el entorno es precioso.
Fue un día bonito, porque allí donde están los que quieres siempre hay felicidad y todo vale la pena.
Feliz final de verano a todos y gracias por leerme.
Hasta la próxima mesa…. Ser felices que aquí solo estamos un ratito.
Celia Cortès Miguel
Instagram: @dolce_celia