PARENTIFICACIÓN. CUANDO LOS HIJOS OCUPAN EL LUGAR DE SUS PADRES
Dentro de cada familia, cada integrante ocupa un lugar y desempeña un rol.
El orden natural es que los padres se responsabilicen por la crianza de sus hijos:
pongan los límites, eduquen, contengan emocionalmente, brinden las necesidades básicas.
Basándonos en este orden, se genera un correcto funcionamiento familiar. Los niños pueden colaborar en tareas de la casa, pero lo sano es que se les dé la oportunidad de vivir la niñez con las responsabilidades que se espera para su edad y con tiempo libre para jugar.
A veces, este orden se invierte y los hijos pasan a cumplir un rol de adultez y madurez, tomando responsabilidades que no son propias de su edad y que corresponden a los adultos de la familia.
Esto sucede cuando el niño ve que hay una carencia en el rol de las figuras de autoridad en la familia.
A esto se le llama PARENTIFICACIÓN.
Los hijos pasan a convertirse en padres de sus padres, padres de sus hermanos.
Esto impide que sigan su proceso de crecimiento natural.
Cuando el niño toma el rol de sus padres, se pone en un lugar que no puede mantener, dado que aún no está listo para enfrentar las responsabilidades de la familia, ni tiene su psiquis desarrollada como para sostener y resolver situaciones y conflictos familiares.
¿Cómo se manifiesta?
Sentirse responsable del bienestar de uno de los padres. Cuidar a sus padres y hermanos. Apoyo emocional a los padres, ser confidentes de sus padres, escuchar sus problemas, mediar en los conflictos de sus padres. Hacerse cargo de problemas familiares.
Algunas causas:
Adicciones de alguno de los padres.
Dificultades económicas.
Conflictos de pareja.
Divorcio. Fallecimiento de uno de los padres.
Fallecimiento de uno de los hijos.
Situaciones de violencia familiar.
Padres ausentes.
Roles poco definidos en la familia.
Dificultad para establecer límites.
Consecuencias:
Ansiedad, que surge de haber tenido que enfrentar y manejar situaciones demasiado complejas para su etapa de desarrollo, con la sensación de que el mundo era difícil y peligroso y sin apoyo o ayuda, lo que con sensación de miedo, aislamiento e impotencia.
Depresión.
Dificultad para la independencia.
Constante preocupación.
Perfeccionismo.
Sentimientos de culpa.