¿Por qué nos resulta tan complicado aprender un idioma nuevo?
La respuesta es fácil: nadie le da importancia ni reconoce lo difícil que es aprender un idioma, ni la primera que aprendemos en la infancia, ni la segunda que aprendemos después en la escuela o la academia, etc.
Por qué realmente es muy complejo: si logras aprender a comunicar en otro idioma que no sea tu idioma nativo que has aprendido durante la infancia (o los idiomas nativos en el caso de países bilingües o trilingües como en partes de África, India o como aquí en Catalunya en España), ¡deberías felicitarte y estar muy orgulloso u orgullosa de ti!
¿Y por qué es tan complejo?
Porque hay que utilizar varias partes del cerebro a la vez y coordinarlas a la vez, y hacerlo todo en un nanosegundo, es decir, súper rápido.
Las partes del cerebro responsables por el lenguaje son las cinco que se ven en la imagen de arriba:
Área de Broca
Corteza auditiva primaria
Área de Wernicke,
Giro Angular
Giro supra marginal.
Cada parte tiene su función específica.
Primero: el Área de Broca situada en el Lóbulo Temporal del cerebro selecciona las palabras de nuestra memoria para poder explicar nuestros pensamientos, pero claro,
¡primero hay que poner las palabras en la memoria!
Y allí está el problema, pero lo explicaré más adelante.
Segundo: se activa el área de Wernicke que asigna los sonidos de cada palabra para poder pronunciarlas e interpretar los sonidos a la hora de escuchar los sonidos de las palabras.
Estos dos lugares se comunican entre ellos por una red compleja de fibras nerviosas que manejan la coordinación de los músculos responsables por la pronunciación y mandan mensajes a través de la corteza del cerebro para coordinar boca, lengua y laringe (la voz) – parece sencillo,
¿verdad?
Tercero: la corteza auditiva que interpreta los sonidos, el giro angular y el giro supra marginal ayudan a coordinar todo el proceso de escuchar y hablar, con el giro angular teniendo un papel especial de conectar los centros de lenguaje con el córtex visual.
Por supuesto, esta es una explicación muy simplificada de un proceso extremadamente complejo, pero da alguna idea de cómo funciona el sistema del lenguaje que no es tan simple como decir “aprender a hablar un idioma”.
Muchas veces, en mis clases, comparo cómo se sentía el o la estudiante el primer día que subió a un coche a aprender a conducir. Al principio, es muy duro porque hay muchas cosas para controlar y coordinar a la vez: el volante, los espejos, los pedales, las marchas, los otros coches, señales de tráfico etc. etc.
Aprender a hablar y entender otro idioma es muy parecido, hay muchas áreas de lenguaje en el cerebro que hay que coordinar juntos a la vez. Cuando somos bebés, nuestro cerebro está en desarrollo total y las zonas de lenguaje se activan naturalmente a partir de seis meses hasta tres o cuatro años, más o menos, cuando ya se cierra el proceso y a partir de allí ya no se puede aprender un idioma como un nativo, sino que los demás idiomas que aprendes serán siempre “segundos idiomas” y tendrás un acento extranjero, porque la pronunciación del idioma nativo dominará el nuevo.
Cuando somos bebés hay tantas cosas extrañas que no nos damos cuenta si hacemos errores al hablar o no y pasa lo mismo con niños. En los adultos, sin embargo, la vergüenza que produce el hecho de cometer errores al hablar causa una sensación tan desagradable que les inhibe aprender a hablar un nuevo idioma en la mayoría, que es una gran lástima, porque es parte del proceso y tenemos que aceptarlo para poder progresar y lograr el objetivo.
Queda muy claro, que aprender un idioma no es nada fácil ni rápido y requiere una dedicación a largo plazo, de constancia, de disciplina y sobre todo de mucha paciencia, como todas las cosas buenas que se puede conseguir en la vida.
Los estudios muestran que aprender un idioma extranjero mantiene en muy buena forma el cerebro, ayuda a mantener la plasticidad que vamos perdiendo con la edad y puede contribuir a evitar la enfermedad de Alzheimer.
En conclusión, sí, es verdad, es complicado aprender un idioma, pero no es imposible. Con la actitud correcta, positiva y paciencia, se puede hacerlo y lograr una habilidad importante: poder comunicar con las otras personas en otros idiomas.
En fin, lo que hay que hacer es dedicarle tiempo, algo que hoy en día en nuestro mundo de resultados sin esfuerzos e instantáneas, nos resulta muy difícil
Tengo una licenciatura en filología hispánica de la Universidad de Glasgow
Más un Master oficial de Profesorado Secundario, Bachillerato, FP etc. de la URV
Y soy Examinadora de exámenes oficiales de Cambridge Speaking exams.