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REIKI EN UN MOMENTO DE TRISTEZA Y DUELO

Recuerdo un día muy especial y desafiante, cuando el Reiki demostró su capacidad para calmar incluso las emociones más profundas. Una compañera, con la que compartía un evento, recibió una noticia devastadora: la muerte repentina de un ser querido. Estábamos en medio de una cena cuando, de repente, su teléfono sonó, y lo que escuchó del otro lado la sumergió en una espiral de desesperación y llanto inconsolable.

La tristeza que invadió la sala fue abrumadora. Pude ver cómo su cuerpo se tensionaba y cómo sus emociones tomaban el control, bloqueando su capacidad de respirar tranquilamente y de procesar lo que acababa de escuchar. En ese momento, no había palabras que pudieran aliviar el dolor, pero decidí confiar en el poder de la energía Reiki, en la que he sido testigo tantas veces de su capacidad para sanar más allá de lo físico.

Coloqué mis manos suavemente sobre sus hombros, canalizando la energía Reiki con toda la intención de ofrecerle paz en ese momento de caos emocional. El llanto seguía, y su dolor y desconsuelo se apoderaban de la situación, pero poco a poco, sentí cómo su respiración se hacía más lenta. La energía que fluía a través de mis manos comenzó a hacer su trabajo. El Reiki, en su naturaleza sutil y poderosa, fue envolviéndola, trayendo calma a su mente y cuerpo. En lugar de verse abrumada por la desesperación, su respiración se fue estabilizando, permitiéndole hablar y procesar la noticia con más serenidad.

Es difícil explicar cómo sucede este cambio tan notable, pero en mi experiencia, el Reiki tiene la capacidad de actuar como un bálsamo que suaviza las emociones más intensas. La energía no elimina el dolor ni borra la tristeza, pero permite que la persona pueda reconectar con su centro, recordando que, incluso en los momentos más oscuros, hay un lugar de calma interna al que se puede regresar.

Ese día fue un recordatorio profundo de cómo el Reiki no solo es una herramienta para sanar dolencias físicas, sino también para sostenernos en los momentos más difíciles de nuestra vida emocional. Ver a mi compañera salir de ese espacio de desesperación, encontrar las palabras para hablar sobre lo que acababa de suceder y permitirse sentir el dolor de manera consciente, fue una experiencia conmovedora y un testimonio más de cómo el Reiki puede acompañar a las personas en sus momentos de mayor vulnerabilidad.

Si alguna vez has pasado por un momento de tristeza profunda, o te gustaría saber cómo el Reiki puede acompañarte en tu proceso emocional, no dudes en contactarme. Estoy aquí para apoyarte en esos momentos en los que las palabras no son suficientes, pero la energía puede hacer toda la diferencia.

Jomar Hernandez

Coach de Salud, Maestra de Meditación y REIKI

Carolina del Norte USA

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