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Sharenting.¿Amor o hábito digital?

¿Custodio o propietario de tus hijos?

Mira a mamá. Mira a papá.

Por un lado, Internet puede ser un lugar oscuro. Por cada like rojo en Instagram por ejemplo, existe el peligro muy real de caer en manos de personas que no se preocupan por nuestros mejores intereses.

Por otro, la protección de la privacidad y una crianza basada en el respeto son pilares esenciales para el desarrollo saludable de los niños, sobre todo en un mundo donde la tecnología y las redes sociales están tan profundamente integradas a la cotidianeidad.

En este contexto el sharenting que es una combinación de las palabras share (compartir) y parenting (crianza) describe el hábito parental de compartir información, fotos o vídeos de sus hijos en redes y plataformas digitales.

Su popularidad es creciente en este tiempo donde la web tiene un papel central en nuestras vidas.

La pregunta clave que no siempre se plantea

es hasta dónde es adecuado compartir la vida de los hijos en Internet.

Analizado desde una perspectiva filosófica, psicológica y espiritual, este fenómeno abre un campo de reflexión profundo sobre la identidad, la privacidad, la libertad y las relaciones humanas en esta era.

El enfoque busca explorar cuestiones que trascienden lo práctico y se adentran en el significado mismo de la existencia y las responsabilidades éticas para con los hijos.

¿Qué significa ser guardianes de la vida de nuestros descendientes en un mundo hiperconectado?

¿Es ético construir una narrativa pública sobre una persona que no puede participar de ella?

Jean Paul Sartre planteaba que “la existencia precede a la esencia”.

El acto de preservar ciertos aspectos de la vida como privados puede ser visto como un acto de respeto hacia el misterio del otro.

¿Es compatible entonces compartir masivamente momentos íntimos y respetando a la vez su individualidad sagrada?

¿No sería el sharenting cuestionable como una posible intrusión en el rol de guardianes en la paternidad al priorizar intereses del adulto sobre el desarrollo pleno del niño?

En términos éticos Emmanuel Lévinas invita a pensar en la responsabilidad hacia el otro como un imperativo primordial.

¿Al crearle una identidad que no eligieron, qué principios espirituales y éticos les legamos?

En un mundo ruidoso y sobre expuesto la privacidad puede obrar como protección al espíritu del niño y facilitarle el desarrollo de su propio sentido de trascendencia.

La perspectiva de Sartre enfatiza la libertad, la responsabilidad y la construcción del ser.

El sharenting se opondría a esto al crear una historia digital impuesta.

Lanzados a la mirada de una audiencia masiva, incluso antes que puedan comprender qué significa ser observados.

Es un acto de amor o de orgullo o un auto engaño que encubre la búsqueda de validación social y hace sentir instrumentalizados alimentados por la presión de las redes.

Por eso es importante tomar conciencia y nunca utilizar a nuestros hijos como accesorio para las risas baratas. Al compartir esos momentos en línea permanecen allí para siempre y traicionamos la confianza que tienen en nosotros como sus protectores y apoyo número uno durante toda la vida.

Por eso antes de subir nada a redes plantearse si es algo que deseamos forme parte de la huella digital de nuestro hijo.

Y si el caso es que él puede dar su consentimiento, mostrarle siempre las fotos, acordar juntos a quien están listas para verlas y evita el oversharenting, no te excedas. Desactiva los metadatos y el geoetiquetado.

El canal de Youtube”DaddyofFive” se utilizó como prueba del comportamiento abusivo de los padres.

Repasemos…Un sharenting responsable implica consentimiento (a edad suficiente), control de la privacidad, selección del contenido (no ubicación no datos personales) y reflexión sobre la audiencia a alcanzar ex-ante.

Diciembre es un mes para celebrar y brillar. Brindar y desearnos buenos augurios.

Creí pertinente este recordatorio para proteger con conciencia nuestros tesoros más preciados.

La verdadera felicidad es íntima, no es para mostrar, es para sentirla en nuestros corazones y desde allí irradiar su brillo.

Deseo que pasen unas fiestas con gozo genuino, no importa si lo publican o no, sentirlo, experienciarlo, agradecerlo.

Con profunda Gratitud brindo por eso, para ustedes y para mí este diciembre y que el 2025 tenga esa impronta.

Los abrazo con el alma brillando con la alegría de un nuevo año compartido.

Hasta enero!!!

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