VIVIR MEJOR

VIVIR MEJOR

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Vivir mejor. Son dos palabras encadenadas que más de una vez, todos las hemos utilizado para expresar un deseo, un sueño, una ilusión.

Soñamos con cambiar de casa porque en la que vivimos nos sentimos atrapados entre paredes blancas sin ventanas que nos permitan ver la luz, con escaleras que no conducen a ninguna parte, la tenemos llena de macetas con flores que no destilan olor, con espejos que reflejan imágenes de nosotras  mismas que no nos gustan, porque no nos reconocemos en ellas, en los libros no encuentras una historia que te atrape, que te haga viajar por lugares desconocidos y compartir aventuras con ese protagonista que hace tiempo era  tu icono de vida y ahora  es solo un personaje más en una historia vacía.

                               ¿Qué nos está pasando?

Soñamos con cambiar de coche porque el que tenemos se mueve por calles desdibujadas entre edificios mudos a una velocidad que no es la que queremos, porque nos hace sentirnos anclados al suelo como si las ruedas estuvieran atadas a una losa pesada y no pudiera avanzar para llegar a un horizonte infinito. A un lugar con el que soñamos pero que no acabamos de ver.

¿Qué nos está pasando?

Soñamos con realizar viajes a mundos desconocidos que no podemos imaginar, porque nuestros mejores sueños empiezan a convertirse en pesadillas y esos viajes imaginarios se convierten en un círculo cerrado que no nos lleva a ninguna parte.

¿Qué nos está pasando?

¿Vivir mejor es realmente eso?

¿Verdaderamente esto es eso lo que queremos?

Equivocadamente, pensamos que vivir en una buena casa, o tener un buen coche nos dará la felicidad y el bienestar que tanto deseamos.

Eso es lo importante, la felicidad y el bienestar. No somos conscientes de lo que tenemos cerca y no sabemos valorarlo.

 Por eso, me he propuesto, a partir de hoy, encontrar la felicidad y el bienestar con todo lo que tengo cerca de mí.

Me gustaría ser como el sol te sale cada día y levantarme temprano para disfrutar de cada destello solar, sentir el calor en mi piel y acostarme temprano para poder soñar con un nuevo día.

Me gustaría ser como la luna, para brillar en la oscuridad y acompañar desde la lejanía a las personas que quiero, vigilar sus pasos y compartir su vida como testigo invisible.

Me gustaría ser como los pájaros que cantan, comen, beben y vuelan. Cantar melodías que gusten a todos, comer en una mesa rodeada de amigos, volar por el firmamento vigilado siempre por el sol y la luna.

Me gustaría ser como las flores, enamoradas del sol, pero fieles a sus raíces, con perfume, con color. Llenar los jardines del mundo, de olor y color, y brotar cada año con más fuerza que el anterior.

Me gustaría ser como la fruta fresca, bella por fuera y saludable por dentro.

Me gustaría ser como el día, que llega cada día sin alardes sin hacer ruido.

Me gustaría ser como la luciérnaga, pequeña, pero emitiendo siempre mi propia luz.

Me gustaría ser como el agua buena y transparente que riega la tierra para dar sus mejores frutos.

Me gustaría ser como el río siempre hacia adelante, abriéndose paso sinuosamente entre la tierra hasta llegar al mar.

Me gustaría ser como el mar, infinito e inagotable.

Encarni Bello BS febrero 2022